¿Eres el cuidador principal de un ser querido en situación de dependencia? Te damos algunas claves para fomentar su autonomía
Ya hemos hablado en otras entradas de este blog de temas referidos a pautas importantes para los cuidadores, debido al gran peso que tienen en la salud, bienestar y calidad de vida de las personas receptoras de cuidados. Hemos tratado la importancia de la comunicación entre ambas partes, el uso correcto de productos de apoyo y adaptaciones y la correcta estimulación , entre otros aspectos. Todos estos factores tienen un componente común, el cual podría ser de dedicación muy extensa, pero al que vamos a intentar referirnos brevemente y de manera práctica en este post: el fomento de la autonomía de la persona receptora de cuidados.
“Autonomía: Capacidad de controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias, así como de desarrollar las actividades básicas de la vida diaria”.
Insituto de Mayores y Servicios Sociales,IMSERSO (LEY 39/200, 14 DICIEMBRE)
Lo primordial es saber qué es la autonomía. Se diferencia de la independencia en el componente de toma de decisiones: para ser autónomo no solamente tienes que ser capaz de realizar una actividad por ti mismo (por ejemplo, comer) sino que además deber de poder tomar todas las decisiones acerca de esa actividad por tu propio juicio (si quieres o no comer, qué quieres comer, etc). Por tanto, vemos que las metas de autonomía son, en muchos casos, muy difíciles de alcanzar dadas las condiciones de la persona y su entorno, y que se puede ser autónomo en algunos aspectos y no en otros.
Es debido a esto que hablamos de pautas de fomento de la autonomía y no de alcance de autonomía, ya que podemos intentar aproximarnos lo máximo posible a una conducta autónoma, pero no siempre se va a conseguir. Aún así, es importante fomentarla, ya que está íntimamente relacionada con el fomento de la salud, la calidad de vida y el bienestar de la persona. Para ello podemos seguir las siguientes pautas:
Como podemos ver, los aspectos esenciales a tener en cuenta son siempre el respeto del ritmo y necesidades de la persona y la adaptación de la actividad. Es muy contraproducente realizar actividades por “miedo” a que se haga daño o a que se equivoque, o recurrir al paternalismo o sobreprotección.
Debido a que son muchas las familias que acuden a nosotras con dudas sobre la relación de cuidado con sus familiares, hemos desarrollado un material de asesoría para cuidadores, disponible en pdf o versión papel. Os dejamos una muestra a continuación.
Si tenéis alguna duda, no dudéis en contactarnos!